En el Programa de Medicina creemos firmemente que la calidad de la educación superior se construye desde el aula, y que los docentes son actores fundamentales en este proceso. Por ello, una de nuestras principales apuestas institucionales ha sido fortalecer la formación continua del profesorado, abarcando aspectos pedagógicos, desarrollo personal y habilidades blandas que permitan responder a los retos actuales de la educación médica.
Durante el presente año académico, hemos implementado diversas estrategias enfocadas en el crecimiento integral del cuerpo docente, a través de talleres, seminarios y encuentros formativos en temas como didáctica universitaria, evaluación centrada en el aprendizaje, uso de herramientas digitales, comunicación efectiva, trabajo en equipo y liderazgo educativo.
Además, hemos promovido espacios de reflexión orientados al fortalecimiento del bienestar docente y al acompañamiento emocional, reconociendo que la salud mental y el equilibrio personal son esenciales para ejercer con calidad la labor educativa.
La formación en habilidades blandas ha cobrado especial relevancia en este proceso, ya que enseñar medicina hoy exige no solo transmitir conocimientos científicos, sino también formar profesionales íntegros, empáticos y comprometidos con su entorno. Por eso, nuestros docentes se han capacitado en competencias comunicativas, manejo de conflictos, escucha activa y pensamiento crítico, buscando impactar positivamente en la experiencia de aprendizaje de nuestros estudiantes.
Estas iniciativas reflejan el compromiso del Programa de Medicina con la mejora continua y el aseguramiento de la calidad, en sintonía con los lineamientos institucionales y los procesos de autoevaluación y acreditación. A su vez, hacen parte de una visión integral de la educación como un proceso dinámico, que requiere actualización constante, apertura al cambio y sensibilidad frente a las necesidades de la sociedad.
Desde el Programa de Medicina reafirmamos nuestro compromiso con el fortalecimiento del talento humano docente, convencidos de que su formación repercute directamente en la de médicos más competentes, éticos y humanos. Seguiremos promoviendo una cultura institucional basada en el aprendizaje continuo, la innovación pedagógica y el bienestar del educador como pilares de nuestro quehacer académico.
Invitamos a toda la comunidad universitaria a reconocer y valorar este esfuerzo colectivo, que contribuye a consolidar una educación médica más pertinente, transformadora y de alta calidad.